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lunes, 10 de noviembre de 2014

Sexo, necesidades y deseos: ¿Es la verbalización "Eso que falta"?

Esta intensa y breve obra de Paula Belén Cancela y Juan Francisco Moreti ahonda,  de manera lúdica, sobre las fantasías, los estereotipos, la sexualidad, y aquellos universos íntimos que nos motivan a la hora de desear.

Una vez que los espectadores están acomodados en la sala,  el clima de lo íntimo se esparce. La música y las luces ayudan a crear una atmósfera de "telo interior", los personajes en escena marcan estereotipos pero al mismo tiempo avanzan sobre los tabúes.

Hay catarsis, deseos, necesidades, experiencias que intentan ser "deconstruídas", según palabras de los dramaturgos, por la Sátira, el Novio, el Programador y la Ejecutiva que se vinculan y desvinculan en esa habitación de hotel a través de las miradas, las ropas, la música y por sobre todo el lenguaje.

Cada uno de los actores, Tomás Baillie, Alex De Levie, Mariana Estensoro y Paula Garnier tiene su pequeño momento de detalle íntimo. Ya sea una mirada, una sonrisa, un leve gesto que nos permite acercarnos y saltar la mera barrera de la verbalización de aquello que los calienta.

Con una estructura donde la cuestión retórica adquiere una dimensión por momentos psicoanalítica, la obra ofrece una escena de deseos ocultos en  mundos interiores que involucran la sexualidad pero también las relaciones propias con y en la sociedad.

Tal vez lo que falte en esta obra es una mayor temporalidad como para poder escapar al mero impacto y conocer un poco más a los personajes por fuera del cliché que sabemos que no quieren representar.

"Eso que falta" propone una mirada reflexiva y plástica sobre los deseos que aún en pleno siglo XXI siguen atados a falsas morales y a la lógica de "lo que está bien y lo que está mal". Una puesta y actuaciones que no pasan desapercibidas ante los apetitos sexuales que siempre nos definen.


Por Mariana Kozodij // Miercoles 05 de noviembre de 2014 | Diario Registrado